Las primeras vacaciones del año, una pausa para reconectar

17 de abril 2025
por Monse López
Ya llegó Semana Santa, las primeras vacaciones del año y mientras muchos están en la playa, otros estamos en casa con pantuflas, viendo qué hay en el refri, pensando si hace mucho calor como para sacar la alberquita inflable.
Pero más allá del descanso, esta semana tiene algo especial: es una pausa natural.
Como si el calendario te dijera:
“Ey, ya pasaron tres meses, ¿cómo vas con lo que dijiste en enero?”
Te alcanzan las dudas, los pendientes emocionales, el “no era lo que esperaba de este año”, el “¿por qué me siento así si todo debería estar bien?”
Y no, no es drama, es vida y no es para estresarse, es para reconectar.

Porque seamos honestos: a veces empezamos el año con todo, con metas grandes, planes nuevos y la mejor intención y luego llega la vida: el trabajo, los pendientes, los gastos inesperados, la rutina.
Por eso estas mini vacaciones son más que un break, son un checkpoint emocional, es decir, darnos el permiso de escuchar nuestro cuerpo, nuestras emociones, es mirar tus propósitos de inicio de año sin juicio, sin culpa, y actualizarlos desde lo que ahora sabes de ti.
Este descanso no solo es para las piernas. Es para el alma.
Reconectar
Si quieres aprovechar estos días para algo más que ver series o comer pan de más (que también se vale), aquí van tres preguntas que puedes hacerte:

¿Cómo me he sentido estos meses?
No se trata de logros, se trata de ti. ¿Te has sentido motivada/o, cansada/o, con energía o arrastrando los pies?

¿Qué sí ha funcionado?
A veces olvidamos celebrar lo pequeño. ¿Dormiste mejor? ¿Comiste más en casa? ¿Dijiste que no a algo que no querías?

¿Qué quiero ajustar para los próximos meses?
Tal vez no era el gym, era moverte más. Tal vez no era emprender, era sentirte más libre. Tal vez necesitas menos metas y más calma.
Y si quieres un ritual sencillo
Lo que necesitas:
- Un bolígrafo y cero juicio.
- 30 minutos de calma (puede ser con café, música suave o en tu lugar favorito).
- Una hoja en blanco dividida en tres secciones (o tu libreta favorita).


Paso 1: expliración de emociones
En la primera sección escribe libremente cómo te has sentido estos primeros meses del año. Sin filtros.
No se trata de logros, sino de ti. Puedes empezar con frases como:
“Últimamente me he sentido…”
“Me ha costado trabajo…”
“Me ha dado alegría…”




Paso 2: celebra lo que sí ha funcionado
En la segunda sección anota todo lo que sí ha salido bien, aunque sea pequeño.
Desde dormir mejor, tener una conversación incómoda, hasta cocinarte más veces por semana.
Lo pequeño también suma y celebrarlo te recuerda que sí estás avanzando.




Paso 3: redefine desde el corazón
En la última sección, responde:
¿Qué quiero ajustar o soltar para vivir más ligero/a? (hábitos, creencias, miedos, lo que sea)
¿Qué sí quiero llevarme conmigo estos próximos meses?
Semana santa también puede ser:
- Reconectar contigo sin prisa.
- Poner pausa a la exigencia y encender la compasión.
- Agradecer los logros invisibles: esos que no se ven en redes, pero te cambiaron por dentro.
- Volver a ti, para volver al mundo con más claridad.


A veces el descanso no está en la playa, sino en vivir más liviano por dentro.