¿Por qué no cumplimos los propósitos de Año Nuevo y cómo sí lograrlo este 2025?

Por Monse López

Cada año, millones de personas reciben el Año Nuevo con entusiasmo y esperanza, estableciendo propósitos para mejorar sus vidas. Hacer propósitos para el año entrante es una tradición que invita a la reflexión personal y a la fijación de metas para mejorar distintos aspectos de la vida. Desde alcanzar logros profesionales hasta mejorar nuestra salud o relaciones.

Sin embargo, mientras nos preparamos para recibir el 2025 y revisamos las metas que nos fijamos para 2024, es común notar que muchas de ellas quedaron inconclusas. ¿Te ha pasado? ¿Por qué nos cuesta tanto cumplirlos?

Al iniciar el año, la emoción y el entusiasmo nos llenan de energía para escribir propósitos con la mejor de las intenciones. Pero con el paso de los días, esa chispa inicial se apaga y nuestras metas se desvanecen en el ajetreo cotidiano. De hecho, un estudio de la Universidad de Scranton, revela que:

73% de las personas mantienen sus propósitos durante la primera semana.

Después de un mes, solo el 64% sigue en camino.

A los tres meses, la cifra se reduce al 50%.

Al cierre del año, solo el 8% logra cumplir sus objetivos.

Este patrón ocurre principalmente porque transformamos nuestros sueños en simples deseos, en lugar de objetivos claros y bien planificados. El problema radica en que, aunque sabemos qué queremos lograr, pocas veces nos detenemos a pensar para qué queremos alcanzarlo o cómo lo haremos.

Expectativas poco realistas: queremos resultados inmediatos sin considerar los pasos pequeños necesarios para lograrlos.

Falta de claridad: propósitos como “ser más saludable” son vagos y difíciles de medir.

Motivación a corto plazo: nos dejamos llevar por la emoción inicial pero no somos perseverantes.

Hábitos previos: cambiar es difícil porque requiere desaprender patrones que llevamos años practicando.

Procrastinación: aplazar tareas importantes genera acumulación de pendientes, lo que nos lleva al desánimo y la frustración.

Cumplir con cambios significativos –como mejorar la alimentación, hacer ejercicio, ahorrar dinero o usar menos el teléfono– es complicado, porque implica modificar patrones arraigados sin abandonar las responsabilidades diarias. Por ello, los propósitos requieren una estrategia clara, similar a la que aplicarías para alcanzar una meta empresarial:

Desarrolla técnicas para mantenerte enfocado y evitar distracciones.

En lugar de elegir 12 propósitos y fracasar en todos, enfócate en uno solo; esto no significa que no puedas lograr más, sino que la idea es priorizar y ser más estratégico.

Para convertir tu propósito en una acción simple, pregúntate: ¿Qué puedo hacer ahora mismo para empezar? Detalla los pasos a seguir para cada pequeña acción. Esto ayuda a tu cerebro a crear secuencias fáciles de recordar y repetir, manteniéndote constante.

Conéctate con el propósito detrás de tus metas. Según Simon Sinek en su modelo del Círculo Dorado, empezar desde el “por qué” y no el “cómo” transforma nuestra manera de actuar.

De acuerdo con Jane Wardle, profesora del University College de Londres, se necesitan 66 días para convertir una actividad en un hábito. Repite la acción todos los días, sin depender de tu estado de ánimo o circunstancias, hasta integrarla a tu rutina.

Convierte tus propósitos en objetivos claros con detalles concretos. Por ejemplo:

  • Vago: “Quiero mejorar mi negocio.”
  • Claro: “Incrementar las ventas en un 20% durante tres meses mediante campañas en redes sociales.

Comparte tus objetivos con alguien que te motive.

Ejemplo: unirse a un grupo de emprendedores locales para intercambiar ideas y recibir retroalimentación.

Recordar constantemente las razones para alcanzar las metas.

Ejemplo: crear un vision board y frases motivadoras sobre el éxito de tu negocio.

Si te equivocas, no te castigues; los errores son parte del proceso. Aprende de ellos y sigue adelante.

Cumplir tus propósitos no es cuestión de suerte, sino de estrategia y constancia. Aunque las dificultades aparecerán, recuerda que:

Pequeños pasos te llevan a grandes cambios.

Equivocarte es parte del proceso. Aprende de los errores y ajusta tu plan.

Rodéate de un entorno positivo que refuerce tu confianza y determinación.

En SLA! Academy Lab, creemos que cada propósito representa una oportunidad de crecimiento personal y profesional. Este 2025, queremos acompañarte en tu camino hacia tu crecimiento, con herramientas, estrategias y experiencias de aprendizaje diseñadas para ayudarte a alcanzar tus metas.

¿Listo para comenzar? Este es tu año para transformar propósitos en acciones concretas. ¡Hagamos realidad tus propósitos juntos!

El Círculo Dorado de Simon Sinek

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