Negociar no es regatear, es conectar:

11 de agosto 2025
por Monse López
Cuando escuchamos “negociación y manejo de objeciones” suele hacernos pensar en trajes elegantes, pizarras con cifras de ROI , reuniones eternas, cafés interminables y la idea de que son herramientas exclusivas del área comercial de una empresa.
Pero en realidad, negociamos todo el tiempo. Desde decidir cuándo lanzar un proyecto o aprobar un presupuesto, hasta quién se queda con la última rebanada de pizza o qué película ver el sábado.
Al final, todo se resume en una fórmula sencilla: empatía + claridad + intercambio justo.
Aquí te compartimos algunas ideas para que negociar (y manejar objeciones) sea más natural, ya sea en el trabajo o en tu grupo de WhatsApp familiar:

Cambia el chip: la objeción es curiosidad disfrazada
- En la vida diaria: cuando alguien dice “No tengo tiempo”, traduce: “Demuestra que el esfuerzo es menor de lo que imagino”.
- En el trabajo: cuando alguien dice “Es muy caro”, traduce: “Muéstrame por qué vale la pena”.





Muestra, no solo cuentes
Las promesas son bonitas, pero lo que realmente queda es lo que se puede ver y probar.
- En el trabajo: haz un demo rápido, comparte un caso de éxito en 90 segundos o deja que prueben tu función estrella
- En la vida diaria: antes de decir que no a la serie que tu roomie quiere ver, denle 5 minutos de prueba.





Intercambia, no cedas todo
Negociar no es regalar; es encontrar un punto donde ambas partes ganen.
- En el trabajo: “Si confirmas esta semana, incluyo onboarding extra sin costo.”
- En la vida diaria: “Yo pago las apps de streaming, tú eliges la pizza del viernes.”





Después del “sí”, sigue la conexión
Muchas relaciones se enfrían justo después de cerrar un acuerdo. Evítalo así:
- Manda un mensaje personal (voz, video de 30 segundos) agradeciendo la confianza.
- Seguimiento automático (correo, CRM, tablero compartido) que recuerde plazos y próximas tareas.


En entornos B2B (Business to business) —sobre todo en tecnología, consultoría o servicios especializados— estas habilidades no solo ayudan a vender, sino a crear relaciones que duran.
Los equipos comerciales de hoy necesitan:
Habilidad para co-crear: negociar no es imponer, es construir juntos.
Leer entre líneas: muchas objeciones esconden miedo al cambio.
Empatía real: no responder por reflejo, sino por comprensión.
Flexibilidad con límites: ceder sin regalar.
Tips prácticos :
- Haz una pausa antes de contestar: a veces un “pero” es solo alguien pensando en voz alta.
- Cambia el “te vendo” por “te entiendo”.
- Haz un mapa de objeciones con tu equipo para responder todos en sintonía.
- No lo tomes personal: están rechazando la propuesta, no a ti.
- Aprende de cada “no”: casi siempre trae una oportunidad escondida.
Negociar es como bailar: si solo uno lleva el ritmo, no funciona. Pero cuando escuchas, observas, y avanzas con inteligencia emocional, las probabilidades de llegar a acuerdos crecen exponencialmente.
En SLA! trabajamos para que los equipos comerciales no solo vendan, sino conecten, comuniquen y construyan relaciones comerciales a largo plazo.
¿Y tú? ¿Estás escuchando lo que te dicen o solo esperando tu turno para responder?

